Un colombiano viajó al Africa y en sus correrías se encontró con un gorila que en un descuido lo violó. El colombiano muerto de la pena llegó a su país en América y se encerró en su cuarto. Su mejor amigo lo visitó y comprobó su decaimiento.
-Jesús, debes salir porque te vas a enfermar.
-Ya no quiero nada después de lo que me pasó.
-Y ¿qué te pasó?
-Es tan terrible que no me atrevo a contarte.
-Pero Jesús, para eso soy tu amigo.
-Bueno, te voy a decir pero no quiero que nadie más lo sepa: un gorila me violó en África.
-Jesús, tómalo como un accidente. Mira, yo no le voy a contar a nadie porque sería traicionar tu amistad. Nadie lo va a saber, si eso te preocupa, además el gorila está lejos y no habla.
-Eso es lo terrible: que no habla, no llama, no escribe…
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