viernes, 21 de mayo de 2010

Tanto, pero no tanto.

Según las lenguas europeas, alguna vez se pavoneaba Alejandro Dumas, padre, de la importancia de sus obras, hasta que uno de sus ocasionales oyentes exclamó:
-¡Usted es el continuador de Kant!
-No, no. Tampoco llego a tanto. Yo no escribo de filosofía.
-De todas maneras debe reconocer que sus obras son una “Crítica de la razón pura”.

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