viernes, 28 de mayo de 2010

Cuestión de apelativos.

Hace varios años anduvo por aquí una delegada de las Naciones Unidas, quien siempre aparecía en los cocteles y reuniones sociales de todos los estratos, desde el Country Club hasta la Asociación de Recicladores, pasando por la Liga de las Hermanitas de la Buena Fe. Esta señora, española, se llamaba Almudena Mazarraza. No podía faltar el buen humor de los santafereños que, para citarla en sus conversaciones, se refirieran a ella como Almorcemos con Mazamorra.

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