El pasado 3 de diciembre de 2009, hizo un comentario el periodista Ricardo Motatto que encierra dos graves estados de degradación en el Cauca.
Dijo el periodista que en una sesión de la Cámara de Representantes, el parlamentario Crisanto Piso Mazabuel reclamó que las obras públicas que se ejecutan en Popayán están a cargo de ingenieros civiles foráneos; que él exigía al gobierno que le diera prelación a la ingeniería caucana. La viceministra del medio ambiente aclaró, con un ejemplo, por qué no se tiene en cuenta a los ingenieros caucanos: dijo que hace un año se le encomendó a la Universidad del Cauca realizar los diseños de acueductos para el Plan Departamental de Aguas; que pasado ese tiempo, excesivamente prudencial, se hizo un requerimiento al gobernador del departamento por los diseños encomendados. El gobernador, entonces, dio una respuesta que es una denuncia pública: a la universidad le quedó grande el proyecto.
Aquí hay dos aspectos preocupantes como dijimos al principio: el parlamentario desconoce al departamento que representa; no sabe que los ingenieros egresados de la universidad, en sus últimas promociones, son tan de baja calidad que salpica a los veteranos y los ubica en el triste papel de ineptos. Desconoce el actual desempeño de una institución centenaria, que se dio el lujo de producir los mejores profesionales del país como, podríamos citar, a un Pablo Emilio Bravo, quien escribió el libro Diseño y Construcción de Carreteras que durante años fue texto obligado en todas las facultades de ingeniería civil de Colombia; que llegó a tener un posgrado en vías reconocido internacionalmente por su calidad.
La Universidad del Cauca, por cuenta de sus actuales directivos, está haciendo méritos para ser entregada en bandeja al sector privado. Es posible que el actual rector y sus segundos, hayan sido elegidos por los mismos que quieren aprovecharse de la infraestructura física (que en esta administración ha sido notable) argumentando su deficiente nivel académico, a donde lo condujeron esos mismos directivos. Bajo estas condiciones veremos en el futuro a una Universidad del Cauca Privada, para “recuperar su pasado esplendor”, gracias a quienes propiciaron el desastroso hecho de llevarla a academia de barato Internet. La empresa privada no hará inversión alguna en la universidad, sólo cobrará matrículas y pensiones a unas tarifas que “guardan proporción con su altísima calidad académica”, calidad que recuperaron los mismos que se encargaron de destruirla y posarán como sus futuros accionistas.
¡Loa, al neoliberalismo que destruye lo público y enriquece lo privado! ¡Loa, mientras el pueblo despierta!
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