jueves, 28 de junio de 2012

Verdad en el matrimonio


Del episodio teatral Nunca se le debe decir la verdad a una mujer, de la televisión pública colombiana, construimos el siguiente capítulo:

La esposa estrena falda ajustada al cuerpo y se presenta ante el marido para que haga el comentario de rigor:

-Mijo, ¿cómo me veo?

-Normal, mija.

-¿Normal? Mírame bien.

El marido suspende la hojeada de una revista para insistir:

-Pues yo te veo como todos los días.

-¡Mira bien! ¿O es que estás ciego?

El marido reacciona casi tardíamente; pero antes de que llegara el vendaval de adjetivos calificativos, expresa, con histrionismo aprendido en cinco años de matrimonio:

-¡Preciosa, mija! ¡Claro, te ves divina! ¡Como la mujer más linda del mundo!

-Ves, que sí podías decir la verdad-, concluyó la señora satisfecha.

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