Los seminarios para ejecutivos sirven para pasarla bien, aunque no se aprenda. Bueno, aprender lo que es de sentido común lo hacen los inteligentes, como ocurrió con un joven aprendiz de gerente. A este prospecto de administrador, le enseñaron que una empresa es una comunidad, donde todo lo que se haga, o deje de hacer, es en común y por eso debe usarse siempre el plural, en toda relación.
Llegó a su fortín burocrático y convocó a sus subalternos para indicarles, a manera de ejemplo, que, de ahora en adelante, debían decir: Trabajamos duro, cumplimos la meta, cometimos errores, celebramos años… No faltó el agudo empleado que pidió la palabra para asegurar:
-¡Preñamos a la secretaria!
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