lunes, 1 de abril de 2013

La penitencia


En el confesionario, la niña recién despertada a los riesgos del amor se confesaba:

-Acúsome, padre, que he pecado.

-¿Qué pecados has cometido, ¡oh! mi niña?

-Padre, ¡me he enamorado!

-Hija mía, eso no es pecado. Si hasta Jesús predicó el amor entre los seres humanos.

-Padre, el problema es que me he enamorado de usted. ¿Tengo salvación?

-Eso es otra cosa, veamos: hoy tengo 25 bautizos, 15 matrimonios y 10 entierros. Bueno, por hoy te salvas, pero mañana ¡ni de fundas!

No hay comentarios: