Hace unas semanas un conocido
periodista hizo una denuncia que refleja nuestra manera de ser y de actuar,
institucional.
Decía el periodista que la
Cámara de Comercio del Cauca había contratado con una empresa editorial de
Manizales la impresión de su revista Camaractiva
y se preguntaba si en Popayán no había empresas editoriales que hicieran esa
impresión. La pregunta, dirigida a la Cámara de Comercio del Cauca, aún está en
el aire.
Ahora vienen mis
cuestionamientos.
Si la Cámara de Comercio del
Cauca responde que en Manizales la impresión es más económica, está
reconociendo el fracaso por su labor en el Cauca. Si en el Cauca la impresión
es más costosa es porque aquí no hay estímulo para las empresas, comenzando
porque no las ocupan. La Cámara de Comercio no propicia, con su ejemplo, que
haya desarrollo empresarial; no interviene en la difusión de nuestros méritos
comerciales. Sus directivos ni siquiera se preguntan por qué es más caro imprimir
en Popayán.
Pero la situación es aún peor.
Las universidades asentadas en
Popayán, como la Universidad del Cauca, la Universidad Autónoma, el Colegio
Mayor, Comfacauca y otros colegios de importancia similar, prefieren comprar su
papelería y sus libros a empresas de Bogotá y no en Popayán donde nuestros
empresarios hacen lo imposible por sobrevivir hasta que claudican con la
temible quiebra. Pregúntense ustedes cuántas librerías se han cerrado en
nuestra ciudad entre los años 2009 y 2011. Es una estadística que debería
avergonzar a la Cámara de Comercio del Cauca.
En cuanto a las universidades,
es incoherente que mientras en sus programas haya Administración de Empresas y
prediquen la iniciativa empresarial, esas mismas universidades contribuyan a la
quiebra de nuestras librerías y papelerías, fomenten el desempleo, porque
prefieren comprar en Bogotá grandes cantidades de material editorial que
estimularía, fortalecería y consolidaría a nuestros comerciantes locales.
Podrán argumentar que allá en Bogotá es más barato, pero caeríamos en un
círculo vicioso: es más barato porque allá los comerciantes venden por volumen
y aquí, al no comprar, les niegan esa posibilidad.
Ni las universidades, ni la
Cámara de Comercio del Cauca tienen sentido de pertenencia: están contribuyendo
con el empleo y desarrollo comercial de Manizales y Bogotá, mientras nuestra
ciudad se hunde en el desempleo (ya ocupamos el primer lugar en el país), en la inseguridad, en la falta de negocios
importantes, en la falta de estímulos empresariales.
A ese paso los futuros
egresados de las universidades con sede en Popayán crearán empresas…pero en
Manizales y Bogotá, porque el ejemplo enseña. Nosotros seguiremos igual… o
peor.
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