Iníciase
de la Paz nuevo proceso,
comienzan
las reuniones y las cábalas.
Tira
y afloje con políticas de exceso
ambas arrinconadas por balas:
la
una de capitalismo desbocado,
la
otra de socialismo democrático;
la
que favorece al rico Estado,
y la
que clama Pueblo raquítico.
No
auguro final feliz con Juan Manuel,
quien
tiene amplios méritos de embustero,
comprometido
con su clase, y conejero,
que quiere
de Colombia un gran cuartel.
Si
trocara en estadista su vana gloria,
algo
harto difícil, este Juan lanas
ocuparía
lugar en nuestra Historia
como pingüe solución
a nuestras penas.
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