jueves, 4 de octubre de 2012

Ventajas de la velocidad

Me encontré con el papá de Chuspas, que ya frisa los 80 años de edad, en la calle, y quise ofrecerle mi último libro, pero con las angustias del afán me dijo en tono de molestia:
-Ahora no te puedo atender, porque ando a mil.
Pasados prudenciales tres meses me lo volví a encontrar y fue él quien me preguntó:
-¿Y cómo te fue con tus libros?
-Todos, los vendí a mil.

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