jueves, 5 de abril de 2012

El Mono Luis H.


Conocí al Mono Luis H. Ledezma cuando a mi me tocó ser parte de las estrellas de la radio en Caracol, por los años en que sus fotos comenzaban a colorearse con ese tono sepia que después se hizo artístico.

El Mono iba a la emisora para tomar fotos a los ciclistas de la Vuelta a Colombia; a los comentaristas y narradores nacionales; a las madrinas, las mismas que daban besitos a los ciclistas después de chupar trompa con nosotros, artistas del micrófono.  

El Mono también tenía sus argumentos de conquista con esa pinta de europeo que se mandaba y que varias veces nos arrebató admiradoras listas para la rumba del viernes. Las fans –en ese tiempo siriríes–, que nos frecuentaban en los estudios de Caracol, siempre preguntaban por ese señor alto, blanco, serio, de pelo castaño claro y atlético y nosotros –como fuerte competencia que era–, decíamos que era el fotógrafo personal del gerente. Las damas, más inclinadas por las ilusiones, no nos creían y siempre aseguraban que era el gerente.  Bueno, la comparación inicial no admitía dudas: poner a Luis H. Ledezma junto a Hemberth Paz (el gerente de Caracol) era establecer una desproporcionada diferencia de dos cuartas. Las damas, desde esos tiempos, ya determinaban la jerarquía por el tamaño.

Más acá, por los tiempos del terremoto de 1983, el Mono Ledezma, encaramado sobre los escombros de Popayán, tomó fotos de la desgracia y comprobó que una ciudad linda había desaparecido para siempre. Se ocupó en conservar ese Popayán de verdad, de murallas de adobe, de aleros amplios,  de portalones tallados, de arabescos zaguanes, de arte no agredido, de olor a Colonia, en imágenes de bromo y plata.

Hoy tenemos esas fotografías del bello Popayán que se perdió. Al Mono le debemos esa memoria gráfica que no nos deja mentir (como decían las abuelas) lo que fue ese pueblo, cuya desgracia consistió en que sus hijos sobrevivientes se fueron a morir a ciudades lejanas.

Aquí se quedó el Mono, Luis H. Ledezma, y con él media historia viva del siglo veinte.  

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