sábado, 27 de agosto de 2011

Teatro dramático callejero


Hay en Popayán, Colombia, un señor que tiene por costumbre representar una dramática tragedia familiar para obtener la conmiseración y, de paso, unas limosnas de los incautos.
Su último cuento es que su señora madre ha muerto y no tiene con qué enterrarla. Es tan desgarradora su exposición, que muy pocas señoras se resisten a la falsedad y de inmediato extienden su aporte que comienza con cinco mil pesos y puede llegar a los diez mil.
Ayer no más, tenía agarrada a una señora, que seguro no era de por aquí,  y cuando estaba a punto de ablande, apareció Talego Ramírez para tratar de salvarla. Talego le hizo señas a la señora de todas las formas para que no le creyera al avispado, pero finalmente ganó el bribón: la señora extendió un billete de cinco mil pesos.
Se acercó, Talego, a la señora asaltada en su buena fe y le increpó:
-¿Señora, no se dio cuenta que yo le hacía señas para que no le diera plata a ese señor, que es un mentiroso?
-Pues yo sí me di cuenta, pero no le hice caso porque como aquí en Popayán hay mucho loco…

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