Voy a relatar algunos anécdotas que sucedieron cuando promocionaba mis libros entre conocidos y amigos. Lo hago para matizar esta actividad de escribir con puntos de vista afines y opuestos de donde necesariamente surge el humor. Aqui esta el primero:
-¿Cómo ha estado Dorisita?
-Pues bien, gracias a Dios.
-Le cuento que saqué mi segundo libro.
-Y yo le cuento que no he leído el primero; está como me lo vendió.
-Entonces, ni modos de ofrecerle el segundo.
-Soy mala lectora, solamente leo la Biblia.
-Sí, me acaba de confirmar que es mala lectora; si lee la Biblia es imposible que me llegue a leer a mí.
-¿Y cómo va a ser usted más importante que Dios?
-Bueno, por lo menos yo existo.
-¡Uyhhh! Sí que es cansón hablar con ateos.
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