En una larga fila bancaria de jubilados en pos de una nueva mesada, a alguno de ellos se le cayó un papel al suelo. El septuagenario se demoró poco en agacharse y muchísimo en ponerse de pies después de recoger el documento. Viendo esta escena, otro de la fila de atrás le comentó a la cincuentona que tenía delante:
-Uno, a esa edad se le cae todo.
-Claro, ¿no ve que a esa edad la fuerza de gravedad de la tierra ejerce mayor atracción?
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