Ayer me enteré que mi amigo del alma, mi gran
amigo, Delio Paz Salazar, falleció el pasado 31 de enero de 2013.
Otra vez vuelve la pena y el dolor; otra vez me duele
el corazón; otra vez se desbarrancan las lágrimas por un amigo, que es como
decir un pedazo de vida de tanto transitarla juntos.
Como dice mi hermano Reynaldo: ya me está dando miedo.
Pero qué es la vida, sino un camino largo hacia la muerte. Es injusto morir
porque no pedimos vivir; es injusto conocer este mundo y tener que abandonarlo;
es injusto, desde el principio, vivir sin nuestro consentimiento.
Tratemos de buscar consuelo donde no lo hay: en la
política. Voy a citar una expresión de Giulio Andreotti, primer ministro
italiano, que se atrevió a decirla en medio de la tragedia:
“La ironía es el mejor
remedio para no morir, y los remedios para no morir siempre son terribles”.
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