El negro Apolonio estaba enamorado de Esterlina y le
propuso matrimonio.
-Esterlina, ¿vos querés ser mi mujer?
La negra, en plan de rechazo, puso sus difíciles
condiciones:
-Mirá, negro: para que vos seás mi marido, tenés que
tener casa, carro, finca y una herramienta
de 20 centímetros, ¿oiste?
Se quedó pensando el negro y vio que podría ser, salvo
una cosa:
-Esterlina, pues yo casa tengo, no es muy grande pero
ahí cabemos; carro, lo voy a conseguir con mi tío Jeremías; finca, tengo la de
mi abuelo que ahora está descuidada pero la puedo poner a producir. Lo que me
parece difícil es que para tener una herramienta
de 20 centímetros tenga que cortarme doce.