sábado, 19 de noviembre de 2011

Cortesía bancaria


Los bancos al tratar de ser condescendientes con el ser humano infringen las normas del buen humor, pero hay quien se las recuerda.

Como ahora se han inventado filas para clientes, donde van los que consignan a diario y retiran a diario; general –donde llegan los mandaderos-; VIP que se supone es para los más aventajados, no tienen plata pero sí influencia; ahora se inventaron una que exhibe un letrero aun más discriminatorio: Mayores y embarazadas.

Un señor, de buena presencia y exquisitas maneras, se hizo en esta última y de inmediato el acucioso celador lo vio muy joven para ocupar una de las plazas de mayor y empezó la inquisición:

-¿Cuántos años tiene el señor? Porque creo que no se puede hacer en esta fila.

-¡Cómo que no, lindo! ¡Si estoy embarazada!

No hay comentarios: