domingo, 3 de julio de 2011

Cliente especial

Entra un señor, un poco agitado, a una casa de citas. Lo recibe la dueña del establecimiento.
-Señora, deseo satisfacer mis deseos, pero es que yo quisiera…
-No se preocupe caballero. Aquí les damos plena satisfacción a nuestros clientes. ¡Teresa! Acompaña al señor y complácelo como el quiere.

El señor sube al cuarto con Teresa, una despampanante morena, pero no tarda ni dos minutos en bajar, sin hacer absolutamente nada.
Desconcertada, la dueña se dirige al cliente.
-Caballero, Teresa es nuestra experta en todo tipo de exigencias; si ella no lo pudo complacer como usted quería, pues verá, yo lo puedo hacer a pesar de mis años; mi experiencia es muy amplia. ¿Qué quiere el señor, de especial?
-Que me fíen.

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