Cruzaba la calle cuarta, entre carreras sexta y séptima, de Popayán, el “Genio” Castrillón, cuando apareció un Studebaker piloteado por Guillermo Varona, que frenó –en plan de chiste– a escasos centímetros del descuidado peatón. Después del susto tan macho, arremangándose la camisa, en ademán boxístico, el “Genio” se acercó al vehículo; cuando distinguió la sonrisa del gigantón conductor, decidió dejar a un lado la agresión física para increparlo a su estilo:
-¡Si fueras varón te daba en la jeta! ¡Pero agradecé que apenas sos Varona!
1 comentario:
MUY BUENO, ME ALEGRO LA MAÑANA
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