domingo, 12 de septiembre de 2010

Preguntas que nunca hacen (ni se hacen) los periodistas colombianos:

¿Qué es política?

¿Para qué sirve un sistema político?

¿Por qué hay pobreza en Colombia?

Si sabemos que la pobreza no se corrige con la caridad pública ni la privada, ¿por qué se sigue insistiendo con esa práctica?

Si sabemos que los industriales y los grandes banqueros no tienen escrúpulos, ¿por qué los escasos proyectos de equidad social del gobierno se amparan en su desprendimiento?

Si un problema social, como la violencia en las comunas, no se resuelve con la fuerza de las armas, ¿por qué no se intenta corregirlo con una política social incluyente?

Nuestro actual sistema político no ha sido capaz de resolver el problema social, ¿no sería conveniente intentar con otro?

Cada año hay inundaciones con destrucción y damnificados en la costa norte colombiana, ¿cuándo, el Estado colombiano, va a resolver el problema, de raíz?

Llevamos casi cuatrocientos años de desigualdad social, ¿no es hora de cambiar de política?

¿Por qué existen guerrillas en Colombia?

Si desde 1952 existe un tratado militar con Estados Unidos para luchar contra las guerrillas, sin resolver el problema en 58 años, ¿por qué no se intentan otras soluciones, no militares?

¿Cuándo va a ganar el ejército, la policía, la fuerza aérea, la armada, la guerra contra las guerrillas? Llevamos sesenta años –o tal vez más– con partes de muertos de lado y lado, todos colombianos.

¿Por qué no se legaliza el tráfico de drogas, que ahora son ilícitas, para destruir el negocio clandestino que genera la violencia?

¿A quiénes les conviene que el tráfico de drogas no se legalice?
¿Acaso no son los mismos que se oponen a esta solución?

Si sabemos que el narcotráfico corrompe, ¿por qué se ordena al ejército su persecución cuando es un problema de policía?

¿Por qué el país más católico de América es el más violento de América?

2 comentarios:

omir dijo...

La respuesta es simple. La pobreza y la ignorancia son abono politiquero. La violencia y las drogas ilícitas son negocio tanto para el pais consumidor como productor. En consecuencia mientras de por medio esté el "gringo" siempre habrá desequilibrio social y por ende violencia.

Víctor López Erazo dijo...

Gracias.
Estamos de acuerdo. Espero que los periodistas, también.