miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ayuda oportuna

Llegó un viejo amigo del Alcalde a solicitarle ayuda, dada su condición de viejo recién operado y convaleciente.

-Por favor Francisco, debes ayudarme ahora que estoy pasando hambre. Con decirte que me extirparon los testículos para evitar un cáncer y esa operación me dejó en la extrema pobreza. Necesito que me ayudes con cualquier trabajito para no pasar angustias.

El Alcalde revisó y revisó y al fin encontró un trabajo preciso para su amigo.

-Bueno, aquí veo un trabajo de oficina que podés hacer; aunque el sueldo es mínimo, te puede servir.

-¡Claro! Es lo que yo quiero. Mañana estaré aquí a las siete de la mañana para empezar la jornada.

-Mirá, no es necesario que madrugués tanto. Podés venir a las diez.

-¿A las diez? ¿Y eso por qué?


-Porque en esa oficina todos se rascan las pelotas de siete a diez y a esa hora empiezan a trabajar.

No hay comentarios: