Doctor
FRANCISCO
FUENTES MENESES
Alcalde
Popayán
Cordial saludo.
Es de grandes hombres pensar en grande; es de
estadistas realizar sueños.
Popayán dejó de ser la aldea que sólo necesitaba una
empresa de tres buses y una avenida sexta de norte a sur. Ahora, su extensión y
desarrollo, desordenado, requieren propuestas audaces para alcanzar el anhelado
bienestar ciudadano (antídoto contra las violencias) y preservar lo poco que
aún nos queda de ciudad culta, importante en la historia de Colombia y
protectora del medio ambiente.
Sin conocer el Plan de Movilidad, ni sus propuestas de
desarrollo, (los medios de comunicación se volvieron simples y faranduleros,
cuando no lambones, que ni leo ni escucho) me atrevo a plantearle a usted, que
dé los primeros pasos para la construcción del Tranvía Perimetral de Popayán.
Sería
maravilloso contar con este medio de transporte del cual disfrutan pequeñas
ciudades europeas –que usted seguramente conoce– que exaltan, sin deteriorar,
su belleza medieval.
Las razones que amparan mi propuesta son:
-Se tendría un medio más de transporte integrado.
-No afectaría al medio ambiente.
-Su construcción no requiere grandes vías.
-Abarcaría toda la ciudad y sus alrededores.
-Fortalecería el turismo.
-Integraría nuevas áreas de desarrollo.
-Fortalecería el empleo en los campos artesanal y
gastronómico.
-No requiere el uso de combustibles fósiles.
-Otras, que alargarían la lista.
Quienes se podrían oponer a esta propuesta la pueden
calificar de faraónica; imposible de hacer porque no hay recursos; que hay
otras prioridades; es decir, hay muchas razones para no hacerla. Por el
contrario, iniciarla y ejecutarla implica desbaratar el egoísmo y la pequeñez;
dos defectos que nos dejaron relegados en el país, algo así como vendedores de
empanadas de tiendas chiquitas.
Hoy, la ingeniería civil tiene técnicas probadas y
económicas para que una obra como esta no interfiera con lo ya hecho. Por
ejemplo donde la línea del tranvía interceda con una vía principal, ésta se
debe transformar en subterránea, o deprimida como se dice ahora, sin alcanzar
grandes costos.
Para finalizar, estoy seguro de que esta obra algún día
se hará; si le hago la propuesta, es porque tengo la esperanza de que usted la
sabrá sopesar y dar los primeros pasos, lo cual permitirá que la alcancemos a
disfrutar antes de entregar nuestra existencia a la madre tierra.
Gracias por su atención.