Una dama de exquisito humor, estaba preparando a la novia para su próximo casamiento. Visiblemente nerviosa, la futura desposada, trataba de ver defectos en el consorte con el fin de que la matrona le aconsejara el comportamiento a seguir.
-Doña María Jesusita: Me parece que Roberto no va a dejar de beber.
-¡Ay! Filomena, que beba. Lo importante es que siempre coma en casa.
-Unas primas, que lo conocen bien, dicen que Roberto no deja dormir por los ruidos que hace.
-¡Primor! Una mujer nunca se casa con el hombre que sueña, sino con el que ronca.
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