Ahora en mayo de 2014 llegan las elecciones
presidenciales y también el Paro Agrario que se inicia el 28 de abril de 2014.
El paro es el resultado de promesas incumplidas por el
actual gobierno y gobiernos anteriores. Se prometió subsidiar la producción de
alimentos, pero ahora se invita a los campesinos a competir con productos
norteamericanos, éstos sí subsidiados; lo establece el TLC (Tratado de Libre
Comercio). Se prometió implantar una política agraria pero no aparece por
ninguna parte; antes bien se destruyen semillas autóctonas para ser
reemplazadas por las transgénicas de Monsanto, empresa norteamericana; lo
establece el TLC. Se prometió evitar la quiebra de los agricultores en unos
casos atenuando los intereses y, en otros, condonando las deudas; hoy todos
están listos para el desplazamiento al perder la tierra y el producto de su
sustento.
Este es el talante de un gobierno que aspira a ser
reelegido.
Quienes lo reelegirán son todos pordioseros,
integrantes de las familias en acción y beneficiarios de las casas gratis que
deben pagar y, cuando no lo hagan, serán desalojados como cualquier inquilino que
no está al día con el arrendamiento. Para ese entonces ya se habrá consumado la
reelección y no habrá piedad para tirar a otros pobres a la calle.
Pero hay otros candidatos que no tienen ideas sino
intereses, de éstos es mejor no hablar; hablemos de quien establece una
diferencia, aclarando que no soy integrante de partido alguno y soy un
convencido abstencionista por aquello de que no estoy de acuerdo con el sistema
político que nos rige (diría mejor nos somete) y, por lo tanto, considero que participar
en unas elecciones amañadas sería legalizarlas y contradecir mi pensamiento.
Si de verdad se quiere un cambio empecemos por las
mujeres, siempre sometidas, que podrían intentarlo. No van a ganar las
elecciones, pero pueden asustar a la clase política cavernaria y obtusa. Ahí
está Clara López, pensamiento distinto a lo expuesto por el partido conservador
que, al igual que el liberal, llevan planteando lo mismo y nunca han resuelto
el problema social de Colombia en casi doscientos años de historia.
Clara López es la única candidata que ha propuesto
implantar la salud y la educación como derechos, y no como servicios, por eso
no tiene audiencia en los medios de comunicación que ya sabemos a quiénes
pertenecen. A estos propietarios de medios, de las EPSs y de las universidades
privadas, se les acabaría el negocio y no lo van a permitir, por eso Clara no
tiene posibilidades de ser presidente. Hay grandes intereses, fortunas amasadas
con la miseria de un pueblo, que otra vez juegan por los menos dignos para el
cargo.
De ahí se desprende mi reafirmación de que nuestra
democracia es ejemplar: Aquí, en Colombia, el ciudadano tiene derecho a morirse de hambre
en cualquier parte y embrutecerse en cualquier iglesia.
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