sábado, 26 de abril de 2014

Sainete democrático

Ahora en mayo de 2014 llegan las elecciones presidenciales y también el Paro Agrario que se inicia el 28 de abril de 2014.

El paro es el resultado de promesas incumplidas por el actual gobierno y gobiernos anteriores. Se prometió subsidiar la producción de alimentos, pero ahora se invita a los campesinos a competir con productos norteamericanos, éstos sí subsidiados; lo establece el TLC (Tratado de Libre Comercio). Se prometió implantar una política agraria pero no aparece por ninguna parte; antes bien se destruyen semillas autóctonas para ser reemplazadas por las transgénicas de Monsanto, empresa norteamericana; lo establece el TLC. Se prometió evitar la quiebra de los agricultores en unos casos atenuando los intereses y, en otros, condonando las deudas; hoy todos están listos para el desplazamiento al perder la tierra y el producto de su sustento.

Este es el talante de un gobierno que aspira a ser reelegido.

Quienes lo reelegirán son todos pordioseros, integrantes de las familias en acción y beneficiarios de las casas gratis que deben pagar y, cuando no lo hagan, serán desalojados como cualquier inquilino que no está al día con el arrendamiento. Para ese entonces ya se habrá consumado la reelección y no habrá piedad para tirar a otros pobres a la calle.

Pero hay otros candidatos que no tienen ideas sino intereses, de éstos es mejor no hablar; hablemos de quien establece una diferencia, aclarando que no soy integrante de partido alguno y soy un convencido abstencionista por aquello de que no estoy de acuerdo con el sistema político que nos rige (diría mejor nos somete) y, por lo tanto, considero que participar en unas elecciones amañadas sería legalizarlas y contradecir mi pensamiento.

Si de verdad se quiere un cambio empecemos por las mujeres, siempre sometidas, que podrían intentarlo. No van a ganar las elecciones, pero pueden asustar a la clase política cavernaria y obtusa. Ahí está Clara López, pensamiento distinto a lo expuesto por el partido conservador que, al igual que el liberal, llevan planteando lo mismo y nunca han resuelto el problema social de Colombia en casi doscientos años de historia.

Clara López es la única candidata que ha propuesto implantar la salud y la educación como derechos, y no como servicios, por eso no tiene audiencia en los medios de comunicación que ya sabemos a quiénes pertenecen. A estos propietarios de medios, de las EPSs y de las universidades privadas, se les acabaría el negocio y no lo van a permitir, por eso Clara no tiene posibilidades de ser presidente. Hay grandes intereses, fortunas amasadas con la miseria de un pueblo, que otra vez juegan por los menos dignos para el cargo.


De ahí se desprende mi reafirmación de que nuestra democracia es ejemplar: Aquí, en Colombia, el ciudadano tiene derecho a morirse de hambre en cualquier parte y embrutecerse en cualquier iglesia.