Llegaron campesinos, gentes cultivadoras de alimentos,
conocedores de árboles que guardan el agua, de árboles que producen oxígeno en
grandes cantidades, de árboles que se enfrentan a los vendavales, de árboles
bellos que con sus flores diferencian una sequía de un invierno, llegaron,
digo, a una reunión convocada por la Corporación Autónoma Regional del Cauca,
que antiguamente era de reconstrucción y hoy es de preservación del medio
ambiente.
La reunión era para instruir a los campesinos sobre
cómo se deben cuidar la flora y la fauna para mantener un ambiente natural. Y comenzó un directivo su disertación:
“Amigos campesinos: nuestro propósito primario es
socializar unas políticas que, con la anuencia del Banco Mundial, queremos
implementar en nuestro entorno. El presidente de la república ha tenido como
paradigma preservar nuestros recursos naturales y para alcanzar este loable
propósito, contamos con su sapiencia que abarca centurias de acumulación cognoscitiva”.
Después de esta
introducción, que dejó a los campesinos parpadeando, comenzaron los técnicos a
instruir a los campesinos:
“Como ustedes saben las foliáceas requieren un cuidado
extremo, de ahí que, de alguna manera, el nitrógeno sea fundamental en su desarrollo
primario. Existen en el mercado nitrogenadores excelentes, que unidos a elementos
vitamínicos, de alguna manera, introducen las condiciones óptimas para la
primera fase de su levantamiento. La gran compañía Monsanto, tiene en su
inventario de fumigantes, unos tópicos que son muy económicos y que de
implementarse en su aplicación, de alguna manera, conducirían a rechazar el anophilix palacium que deteriora la vida
útil de la arbórea”.
Y así siguieron otros conferencistas que ilustraron a
los campesinos invitados; los mismos que después de las charlas, quedaron
convencidos de que estuvo muy bueno…el refrigerio.